domingo, 11 de octubre de 2015

Ojos Color Manzana

No era el momento, ni el lugar. Todo parecía indicar que no era lo indicado. Estaba aquí, donde muchas veces me volví humano. Tratando de esconderme en una armadura que ya no es mía. Blandiste mis defensas y me dejaste con la sensación de que podríamos vivir por siempre. Contigo no habría tiempo, distancia. Si me abrazas y me amas... de esa forma tan intima que tu conoces. De esa forma en la que sabes que espero. No espero brillantes, pues tu me iluminas con tus ojos manzanas. Tu, muñeco de porcelana. Suave como las nubes en las que me haces soñar. A pesar de que mis pensamientos se dividen entre razones y sentimientos. Sé que podríamos vivir por siempre. Y quién no quiere ser joven por siempre.... Me blandiste entre notas musicales, como si supieras que entre notas cosecho las letras que componen mis palabras. Pues, aquí, por ti. Te traigo esta cosecha más personal que colectiva. Más sincera que irreal. Mas tuya y mia que del mundo. Encontrarte en medio del laberinto es la mejor manera de salir de él. Tu compañía es la lanza que se necesita. No hace falta agua para regar nuestros árboles, no hace falta luz para que nuestras hojas sean verdes. Te has preguntado si te amaré cuando ya nos seas joven y hermoso. Te respondo: Te amaré aunque sólo tengas una adolorida alma. Te amaré a pesar de que el tiempo pueda romperse en pedazos. Y cuando tenga la llave del cielo, le rogaré al señor que me permita entrar contigo. Por que un cielo sin ti, es un lugar sin sentido. Solo espero que el cielo nos reciba a los dos juntos. Que me ames hasta que ya no sea joven y hermoso. Y seamos así, por siempre jóvenes. 

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