lunes, 13 de junio de 2011

A MI ABUELA…

La sangre no siempre es la que determina la familia, a veces el cariño que se entrega en forma reciproca y desinteresada hace que los lazos sean los mismos que los lazos sanguíneos. Nunca conocí a mi abuela biológica, pero tengo el honor y el orgullo de haber sido nieto de la mejor mujer del mundo. Mi abuela era de esas personas que entregan el amor de manera desinteresada, amadas por muchos. Los que no, sentían envidia de no ser capaces de no poseer un corazón tan noble y puro como el de mi abuela. Desde que haz partido, los días no son los mismos... son tantas las cosas que se extrañan de ti, gestos, palabras y momentos que teñían la vida de colores distintos, únicos. Estas palabras son para ti... y es que de alguna u otra forma marcaste la vida de todos los aquellos que te amamos.

No puedo evitar preguntarme ¿Cómo se vive sin ti? Espiritualmente aun estas con nosotros, pero el vacio corpóreo es el que duele, la nostalgia de los momentos vividos y compartidos son los que ahora marcan que tú no estás. Nunca antes había conocido a una persona que amara tanto la vida y que haya tenido la fuerza de pararse tantas veces y de tantas maneras y siguiera con la alegría de vivir. En pocas palabras me enseñaste que no hay nada lo suficientemente fuerte como para robarnos la sonrisa.

Abuela, literalmente eras un puente... que unía lo que para muchos era imposible... tenías el poder de transformarlo todo... hacer de una roca una rosa... y en medio de las tormentas eras capaz de calmarlas y hacer que saliera el sol con una sonrisa. algunos dicen que todos tenemos una palabra que nos identifica... sin duda... tu palabra era "Alegría" y es que contigo no existían momentos tristes... y de haberlos con un abrazo tuyo lo transformabas...

Son pocas las personas que son capaces de dejar una impronta en la vida de las personas… muchos dedicas su vida a buscar un legado importante… tú… sin buscarlo nos dejaste el mejor regalo de todos… el que tiene el poder de todo en oro… de darle vida a lo que no lo tiene… sé que tu cuerpo fue el que se cansó, pero tú alma tenía la fuerza de vivir por mil años… Deseo que cuando parta, sea la primera persona en ver… y como siempre cada sábado me recibías con un abrazo… diciéndome “Hijo lo echaba de menos”… No te imaginas lo mucho que te voy a extrañar…

No puedo despedirme de ti… porque sé que no te has ido… ahora vives de una manera distinta… te has ganado la vida eterna… y es el mejor regalo que podrías haber recibido después de haber vivido tanto y después de haber sembrado… sé que tienes un fundo en el cielo donde… como siempre quisiste un día… reunirás a toda tu familia…

Te amo mi abuela…

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