lunes, 18 de julio de 2011

Amanecer

La nostalgia se escapa por mis ojos, mientras el horizonte se iluminaba tímidamente... mis ojos se cruzaron con los tuyos y mi noche se convirtió en amanecer... la luna virtuosa y majestuosa se dejaba seducir por el mar mientras yo un testigo invalido me quedaba petrificado sin hacer nada... el sol ese enamorado con rudeza trataba de liberarse de las garras de la cordillera... Era un testigo privilegiado... el sol con fuerza comenzaba a extender sus brazos, mientras la luna desesperada se dejaba caer en el mar. Era una trampa fatal... el viento, las nubes y la tierra... hasta mis pies somnolientos trataban de detenerla, pero eramos todos unos testigos inválidos... a los ojos sorprendidos de todos... la luna se ahogaba en el mar. Mientras el sol con dificultad se escapaba de su prisión, pero ya era tarde la luna... su amor se había ido con el mar... Mis ojos nostálgicos no son capaces de creer lo que ven... nadie de los que están a mi lado ha visto semejante suicidio... Nadie se imagina lo que esto significa... Mi cielo puede vestirse de gris y llorar... o bien el sol brillará ausente... siguiendo los pasos de su amor, de su imposible amor... así el amanecer se asoma... mi sentido ha cambiado.... la luna se ha sacrificado por su amor... He sido testigo del amor más grande... y yo... y yo un testigo inválido... me he quedado sentado admirando el fin de una noche y el comienzo de un nuevo día... la muerte silenciosa vestida de noche se ha llevado a la luna... hoy no habrán lágrimas... el sol ausente... camina despacio... mientras llego a mi destino, con un cuento que contar... una historia cotidiana...

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