domingo, 30 de junio de 2013

Como en los viejos momentos

Como los viejos momentos, que llegan y nos hacen soñar, como el tiempo que no llega, como el presente que nos sorprende... así te siento... al lado de mi cama, esperando que llegue el día en que la cama sea la misma. En el momento en que mi cabeza descanse en tu hombro. Honestamente, no me importa el tiempo, sé que el que vendrá será mucho mejor, aunque lo que digo lo digo con desesperación... son mis dedos los que se mueven a toda velocidad y componen esto, esto que no puedo negar. Como los viejos momentos en los que soportábamos el vivir, el sentir y el sufrir, ahora se nos hace más fácil evitarnos y no hablar. Sé que quizás deambulas por otra ciudad, quizás deseas que llegue el día en que podamos dejar de mentirnos y decirnos a los ojos toda la verdad... no sé quién guarda más secretos... ni qué secretos puedan doler más. Como los viejos momentos, quizás no regresen y termine siendo parte de este momento, quiero que sepas que te quiero... Que te espero con las ansias que se necesitan para mantener la fe a flote, como una pequeña vela que guie tu camino hasta encontrarme. Como los viejos momentos en los que nos conocimos y los nuevos momentos en los que nos reencontramos. Como los errores del pasado... como la incertidumbre del presente y ese miedo absurdo a cerrar los ojos... así se carga el tiempo en la espalda... así se cargan los miedos... como piedras, que nos causan dolor. Hoy me pregunto. Cuánto tiempo más tengo que esperar... cuánto tiempo más estaremos esperando. Sentados frente a frente, esperando que el otro empiece una palabra que nos dé el paso a decir te quiero. Te quiero entre mis sabanas blancas, entre mis brazos, entre mis pensamientos constantes, te quiero completo y lleno de vida, todos los días de mi vida. Y así formar nuestro portarretrato donde la familia sonríe y vive el día a día. Los viejos momentos no han hecho lo que somos ahora y yo me duermo esperando encontrarte en mis sueños, despertar en tus pensamientos e imaginar tus ojos, esa piel blanca y quizás cuando la noche vuelva encontrarme contigo en mi cama, entre mis sabanas blancas. Entre los capítulos perdidos de nuestras vidas, los secretos que guardamos en la maleta y... así dejar de pensar que soy yo... y seamos nosotros.

1 comentario:

  1. Muchos sentimientos reprimidos, quizás sea bueno que se los expreses de manera clara, a veces es bueno dar el primer paso... no crees?

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