Qué Ganas

Qué ganas de tomar tú nombre y romperlo... echarle una cagada de esas fuertes, de esas hediondas... de las que huyes despavorida... como si tuvieras un cuete en el culo. Qué ganas de que las palabras no fueran sólo palabras, fueran la mierda que quiero echarte encima, porque esa sonrisa de satisfacción y esa mirada de perfección... me pudre el aire que respiro, me contamina mi energía. Qué ganas de sacarte sangre y con ella hacer la cura a mi mal humor, pues es tu veneno el que carcome mi alegría, mi ímpetu. ¿Cómo si fueras capaz de entenderlo?...¿ qué entiendes tú?... si en tu mundo de ironía y de mala onda solo hay mierda, esa mierda hedionda, putrefacta, de la que hasta los malos pensamientos huyen. Mierda que sostiene la rabia, esta energía encolerizada por la falta de una respuesta a una sencilla pregunta... qué difícil es para tu cerebro contestar porqué... si hasta esta mente encolerizada se ha formulado las hipótesis al vaivén de tu mirada, esa mirada crítica y carente de objetividad... porque mi artes es escribir y no pintar... te pinto esta composición con las líneas que le faltan a tu puente de cordura y de buen juicio. Te doy las paralelas para encontrar el sentido y esperar así encuentres la respuesta a mi pregunta, esa pregunta sencilla y tan mal interpretada... Qué ganas de darte la modulación que necesita esta composición que aunque colores no tiene, está llena de tintes y matices. Qué ganas de ser el crítico a tu obra, como si lo abstracto tomara sentido en tus palabras. Qué digan lo que quieran, pues el silencio no es lo mío. Cómo si soportar tus ideas fuera un respeto a mi delirio, este delirio intenso y casi maniático por escribir y plasmar en palabras mi rabia... como plasmas tu mierda en mis paredes en mi aire... ese aire mierdoso que me carcome la alegría y encoleriza mis sentidos esperando que seas capaz de responder por qué.