Mis deseos

Mis deseos son que nos sentemos en la mesa sin mentiras, siendo honestos. Comer la verdad que se nos sirve en la mesa y de una vez decirnos te amo, con la profundidad y el peso que eso significa, asumir que somos uno y que hemos estado luchando por nuestras vidas, por la vida de esta semana que nos da la alegría de seguir viviendo. Sentemosno con las palmas hacia arriba dejemos al descubierto nuestras heridas, nuestras cicatrices, nuestros miedo y seamos sin mirar lo que siempre hemos sido. Una pata de esta mesa, una parte importante que sostiene lo que nos da la vida y que nos mantiene siempre aquí esperando que un día hayan más personas sosteniendo esto. Esto que juntos hemos construido. Pongamos los servicios que nos falta y no dejemos rastro de comida en el plato, pues la verdad nos quita el apetito y entre mas comemos de ella, mas felices somos. Que suenen los servicios, los platos, hablemos como si habláramos frente a un espejo. Quién no tiene miedo de decir la verdad, aunque cuando se diga se tenga que mentir un poco. Ya me vez aquí hablando de verdad, cuando soy el que más secretos tiene. El que no se atreve a empezar a volverse transparente en esta mesa, esperando encontrar el momento en que seas tu el que tome mis cubiertos y cortes mi verdad y como un niño pueda comérmela. Y no es que nos abunde la mentira, pero hemos sigo egoista compartiendo la verdad. Como si decir la verdad fuera un asunto de vanidad y no de corazón. Pues aquí estoy... tratando de dar el primer paso y decir que mi corazón esta herido, temeroso, y que lo pienso todos los días, pero el mañana me aterra, pues no se si habrá vida para vividlo, para ver mis deseos hechos realidad y puede que muchos de echos mueran en la lucha de nacer, pero aquí estaremos en esta mesa, nutriéndonos del amor que nos cuesta profesar, que nos cuesta decir mirando a los ojos, pero que sin duda existe, pues se respira, se siente. Y aunque nos vayamos por caminos separados luchando por la vidita esta, que queremos tanto... esta vidita siempre nos hace encontrar. Han pasado millones de años y seguimos encontrandonos en esta tierrita que nos ensucia las manos que nos lleva a la cima de las montañas, para poder tocar las estrellas con las manos, para sentir el cielo tocar nuestras mejillas heladas. Puedes creer que sigo creyendo que es tiempo de decir la verdad, pero dónde encuentro el valor para decirlo, en algún amor olvidado, en un tiempo presente o en la mesa donde comemos de la verdad.