lunes, 12 de mayo de 2014

Te escribiría

Te escribiría los versos de amor más profundos que se han dicho nunca, podría decir por ejemplo. Eres la suma de los atributos más extraños, amapola que aromatiza mi vida, con esos ojos inocentes consigues que me vuelva a sentir vivo otra vez. Quizás diría, reposas en mis brazos como párvulo que juega ha ser adulto. Reposas y no dejas que nada nos separe, dejas que mis brazos delgados sean quienes te cuiden del frío y de la soledad. Me dejas ser el héroe que no sé si podré ser. Te escribiría que las noches, aunque nuestra mente no sea consciente, nuestros cuerpos como imán se atraen, no hay mejor descanso que el descanso que hay en tu piel. Te escribiría las cartas de amor que nunca escribiría solo para hacerte sentir feliz y ver ese brillo en tus ojos. Eres el misterio de un pirata, el secreto mejor guardado y quizás por eso estoy aquí diciendo te quiero, de la manera en la que mejor sé hacerlo. Dejando que las palabras sean las que hablen mientras mis labios sellados por la oxidada armadura no dejan ver lo profundo de mis sentimientos. No necesito una vida para creerlo, pues me he es necesario saber que cuentas con todos mis días para tomar mi mano. Te escribiría una y otra vez para que comprendas que antes de ti, yo no era yo y quizás aquí me coloque musical. Antes de conocerte no existía nada de nosotros dos. Antes de llegar a conocer no comprendía que al sol no se le pide nada más que la luz para ver, que a la luna se le pide que nos enseñe amar. Ojalá y Drexler nos ayude antes de que las dudas nos hagan salir corriendo y pidiendo un nunca más. Por que hasta ahora eres mi mejor película. Te escribiría noches enteras solo para que tuvieras momentos eternos en los que las palabras puedan ser tus compañeros. Por qué no bajamos la guardia y nos dejamos llevar. Será que los cortometrajes son más difícil de olvidar. Te escribiría y nada me importaría si fuera tú y sólo tu quien las leyera en el silencio que da tu compañía, esa paz, eso... que no se puede decir con palabras. Quizás el tiempo tardo en encontrarnos, quizás fuimos nosotros los que no supimos encontrarnos, pero ahora que estamos aquí, frente a frente. Te escribiría solo para hacerte entender que me enamora la forma especial y atipica en la que nos queremos, como amigos y algo más. Algo más que nadie comprende. Tengo que confesar que no te cambiaría nada, te comería con limón y sal. Pues, todo lo bueno que me das... le gana a todo lo demás. Y para terminar escribiría, que antes había perdido la esperanza en la felicidad y luego me he encontrado de frente contigo, algo místico y fuera de lugar. Yo te quiero con limón y sal, tal y como estas.... Estoy seguro de lo que siento... insisto, no hace falta cambiarte nada... 

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