miércoles, 4 de marzo de 2015

Por los Pasillos

Recuerdo ese día... el verde del camino hizo que mi corazón se acelerara a fondo, no era el rugido del motor lo que me emocionaba. Es ese momento que tienes al encontrarte algo nuevo. Recuerdo la inmensidad, un bloque material desconocido, una futura aventura, una caja de sorpresas... esos lugares mágicos como salidos de nuestros sueños. Las escaleras, las pequeñas habitaciones, los estudiantes, el sol... todo estaba ahí.. todo. Fui recibido con una sonrisa familiar. Como esperando que quién abriera esa puerta fuera una luz de sol y no otro mortal. La charla entre nosotros fluyó con naturalidad, parecíamos conocidos de toda una vida. Qué raro es el universo habernos puesto en ese lugar. Con el paso de los días la cotidianidad nos empezó a enmarañar en historias, en experiencias... Cada minuto en esa caja de sorpresas era especial. Un tesoro invaluable. No era el único el que caminaba con la misma sensación. Dicen que ser parte de algo especial te hace especial. Y es cierto. Pero además si llegas algo lastimado, algo temeroso. Esa caja tan especial es capaz de sanarte de sacar lo mejor de ti, construir amistades, lazos afectivos que te unirán para toda la vida. ¿Cómo resumimos los sentimientos ahora? Lo más difícil ahora es decirnos adiós, lo más complicado es que pudo haber sido más sencillo. La vida nos lleva a lugares en los que nos merecemos estar y luego con su actuar misterioso nos conduce por otros caminos a otras cajas llenas de sorpresas. Por los pasillos de aquella caja encontré tesoros invaluables, tesoros en los corazones de personas increíbles. Les escribo esto, porque mis dedos así lo sienten, les digo esto porque mi mente así lo pide. No se trata de cerrar el capitulo, sino de no dejar palabras en el tintero. Bailes, risas, cantos, aprendizaje... Llegué sin nada y me fui con el corazón lleno de cosas brillantes, de esas que las otras personas envidian o incluso serían capaces de robar. Por los pasillos quedarán grabados los recuerdos, nuestros recuerdos. Los segundos que nos dedicamos el uno al otro. Fue algo más de lo que pareció y será algo más de lo que parecerá. Las palabras no siempre se las lleva el viento, las palabras poseen vida y en esta vida, que es tan tuya y mía te las dejo. Guárdalas en el baúl de tus memorias, ahí en el mismo lugar donde guardas las risas, donde guardas los momentos, un día cuando Dios así lo quiera, puede que nos volvamos a encontrar. Puede incluso que nos sentemos al lado del otro en una mesa. Puede que incluso caminemos por los mismos pasillos. No te miento me a ratos me embriaga la pena y cómo no hacerlo. Sería inhumano no sentir lo que siente el corazón, sería demasiado frío incluso para mi no extrañarte ahora. Por los pasillos quedarán, el fantasma de mis huellas, el recuerdo  de mis bromas. Ahora me guardaré tus consejos, tus canciones, nuestros sueños... los guardaré todo en el mejor lugar que puedo darles.

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